Estamos muy claros que nadie, por mas bondadoso que sea una persona, jamas se va a
un supermercado a dar una donación por los necesitados… Ningún subnormal se molestaría
por cosas como esas cuando su objetivo es simplemente hacer sus compras a como
se debe.
Tal es mí caso que yo solo me aproximo de camino a mi casa
por una de las deliciosas maravillas del siglo XI, las “Paletas Payaso”. Este
es un relato de como un tranquilo momento cualquiera se convierte en un
molesto, pero satisfactoria pelea de moralidad.